Esta pregunta que puede parecer sencilla, pero es un problema cosmológico famoso, conocido como la paradoja de Olbers. Heinrich Olbers fue un astrónomo alemán que popularizó este problema en 1826.
Podrías pensar que esta questión se puede explicar simplemente con el efecto de la distancia pero no es así. Para comprender completamente el problema, imagina una distribución uniforme de estrellas iguales en capas concéntricas alrededor de la Tierra, como capas alrededor de un punto. La misma cantidad de luz debe llegar a la Tierra desde cada capa, porque aunque la cantidad de luz que nos llega desde cada estrella disminuye con la distancia, la cantidad de estrellas en cada capa aumenta, equilibrando efectivamente el efecto atenuador de la distancia.
Entonces, la cantidad de luz que se pierde en la distancia no explica la oscuridad de la noche. El oscurecimiento por el polvo cósmico tampoco es la respuesta, ya que cualquier polvo en el camino de la luz se calentaría y eventualmente volvería a irradiar.
La mayoría de los cosmólogos modernos se han basado en dos teorías para explicar la oscuridad:
- El primero establece que el desplazamiento al rojo, que indica que el espacio en sí se está expandiendo, disminuye la cantidad de luz que nos llega.
- La otra explicación, generalmente considerada la principal, es que el universo no es infinitamente viejo. Si lo fuera, el cielo sería de hecho infinitamente brillante, porque la luz de todos los puntos del universo habría tenido tiempo (una eternidad) para viajar a todos los demás puntos.
Hasta donde sabemos, no hay límites en el universo, solo un límite temporal. La edad finita del universo limita la cantidad de luz que vemos.