Llegar hasta la Luna fue difícil, el presidente John F. Kennedy no estaba bromeando cuando lo dijo, pero los beneficios que hemos obtenido todos nosotros son enormes. Hoy en día utilizamos diseños y técnicas sin saberlo que se inventaron para poder llegar a la Luna y han pasado a formar parte de nuestra vida cotidiana.
Índice de contenidos
Cómo nos ha ayudado llegar a la Luna
Gran parte de la tecnología necesaria para llegar a la superficie de la Luna y volver no existía en el momento del discurso de Kennedy en 1962.
Gracias a un esfuerzo masivo para que los astronautas llegaran a la Luna en 7 años, el conocimiento del sistema solar ha incrementado notablemente. Los retos que se iban encontrando en la NASA para llegar a su meta les obligaron a diseñar nuevos inventos y técnicas que utilizamos hoy en día sin saberlo.
Tecnologías de las misiones Apolo utilizadas hoy en día
Aquí hay una pequeña selección de las tecnologías de las misiones Apolo que todavía están en uso 50 años después del primer alunizaje.
Los retos que se iban encontrando en la NASA para llegar a su meta les obligaron a diseñar nuevos inventos y técnicas que utilizamos hoy en día sin saberlo.
1. Controles de vuelo digitales
Una de las contribuciones más claras de las misiones Apolo es el control digital. Hasta el momento se usaban técnicas analógicas, es decir cables y varillas para mover físicamente los alerones y timones de la cola. Esto hacía que sólo los astronautas tuvieran el control de la dirección, dando pie a errores humanos.
Durante la misión de llegar a la Luna se encargó a Draper Laboratories un sistema de navegación por ordenador, donde se podía incluir la información de varios sensores. De esta manera, se eliminaba el error humano, pues era el ordenador el que acababa ajustando la dirección de la nave.
De esta tecnología nacieron los sistemas actuales que usamos en automóviles como el control de crucero, los frenos antibloqueo y el sistema electrónico de control de estabilidad.
2. Seguridad alimenticia
Uno de los problemas que se encontraron al enviar astronautas al espacio es que la comida que se llevaban estuviera libre de microbios para que no se pusieran enfermos.
Por eso, la NASA contrató la empresa Pillsbury para solucionar el problema. Enseguida se dieron cuenta que los métodos de control de calidad de la comida existentes en ese momento no estaban a la altura. Así que desarrollaron un sistema de de control absoluto de todo el proceso de fabricación, desde las materias primas hasta el entorno de procesamiento, la distribución y las personas involucradas. Este proceso se llama (Análisis de Peligros y Puntos Críticos de Control APPCC o HACCP, por sus siglas en inglés).
Se empezó a usar en las misiones de Apolo, pero en los años siguientes se extendió su aplicación a nivel mundial impulsado por la Administración de Drogas y Alimentos de los Estados Unidos (FDA) y por la Organización Mundial de la Salud.
3. Mantas térmicas de emergencia
Una de las spinoffs más frecuentes de todo el programa espacial que se inventó para los trajes espaciales de las misiones Apolo.
Donde más se ve es en los kits que se entregan al acabar las maratones, pero este aislamiento multicapa se usa más a menudo en otras aplicaciones, como en la ropa, trajes de bomberos, aislamiento de edificios, el almacenamiento criogénico e incluso en las máquinas de resonancia magnética. Evidentemente, aún se usa en casi todas las naves espaciales y los trajes espaciales de la NASA.
4. Sistema antisísmico
La tecnología que se usó en los amortiguadores para manipular los enormes brazos del cohete Saturn V de Apolo durante su lanzamiento ahora protege los edificios y puentes de todo el mundo contra los terremotos.
A mediados de la década de los 60, se investigó la ciencia de fluidos y se desarrolló un amortiguador de fluidos que superaba fácilmente el rendimiento de la tecnología existente en ese momento. A partir de entonces, la NASA empezó a utilizar estos amortiguadores basados en fluidos para cada lanzamiento del transbordador espacial.
En la actualidad, esta tecnología se usa en cientos de edificios, puentes y otras estructuras en todo el mundo, especialmente en las zonas propensas a los terremotos.
5. Audífonos recargables
Las primeras baterías prácticas recargables para audífonos del mundo, que debutaron en 2013 se basaron en el extenso trabajo realizado por la NASA durante y después de la misión Apolo 11.
Las baterías para audífonos siempre han sido desechables porque las baterías de zinc, que son las únicas que pueden ser tan pequeñas, no son recargables. Las baterías de iones de litio, como las de los móviles actuales, no pueden ser tan pequeñas y sufren de problemas de sobrecalentamiento, lo que es inaceptable para la aplicación en audífonos.
El módulo de comando que fue a la Luna usó baterías de plata y zinc, la batería más ligera conocida. Pero la NASA quería que también fueran recargables. Así que experimentaron con separadores de células y electrodos. Aunque el diseño recargable nunca fue al espacio, esta tecnología se ha aprovechado aquí abajo en la Tierra.
Ahora, las baterías de plata y zinc para audífonos pueden durar todo el día y recargarse más de 1000 veces sin perder rendimiento. Incluso son reciclables.
Enlaces de interés
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